16. Mi experiencia de 11 años en el conservatorio
El conservatorio es un lugar algo apartado del sistema educativo. Su título no tiene muchas más funciones que permitirte acceder a una enseñanza superior o dar clases en escuelas de música municipales. No obstante, mi experiencia allí fue maravillosa y la recuerdo con mucho cariño.
Respecto a los contenidos que se aprenden en ese lugar, creo que son bastante completos, tanto de historia de la música, como de armonía y por supuesto a nivel instrumental. Yo tuve la suerte de elegir el bombardino, y digo suerte porque en mis primeras opciones puse piano y guitarra. No se que habría ocurrido con alguno de esos dos instrumentos, pero probablemente no habría acabado las enseñanzas profesionales de música. Digo esto porque una vez pasas por el conservatorio te das cuenta que tanto guitarristas como pianistas son los grandes "marginados" por decirlo de alguna manera del conservatorio. ¿Por qué?, os preguntaréis. Porque no tienen lo que para mí ha sido la mejor asignatura de toda mi experiencia musical: banda. En banda -u orquesta- es donde se hace la música real, tocando conjuntamente con muchos compañeros de diferentes instrumentos. En esta asignatura disfrutas escuchando al resto a la vez que participas en la creación musical. A parte, la banda es lo único que prevalece cuando sales del entorno formativo, si quieres seguir tocando música de forma conjunta lo más probable es que acabes formando parte de una banda.
También me gustaría mencionar a la persona que hizo que yo acabara el conservatorio: mi profesor de Tuba Pepe Ayala. Me cogió con diez años y no me soltó hasta que tuve diecinueve. Un profesor ejemplar, comprometido, talentoso, gran músico y sobre todo, gran persona. Él consiguió motivar enormemente a un chaval que con otro profesor probablemente no hubiera seguido en la música. Gracias a él soy muy bueno rítmicamente, canto algo, me defiendo tocando el bombardino y llevo siendo profesor tres años siguiendo las enseñanzas que el me transmitió. No puedo estar más agradecido del grupo de Tubas que logró formar Pepe en su diez años de Valladolid, un grupo unido que alcanzó un nivel muy alto aprendiendo conjuntamente.
A nivel personal el conservatorio me aportó disciplina de estudios y horarios, porque compenetrar todas las horas de conservatorio con el instituto es algo complicado de manejar. A nivel social me ha dado muchas amistades y experiencias únicas, al igual que me ha permitido llegar a un grado de comprensión de la música muy alto, algo que me acompañará toda la vida.
Decir por último que he sido el primer alumno que comenzó y terminó las enseñanzas de Tuba y Bombardino en el conservatorio de Valladolid. Cuando yo entré solo había dos personas más mayores que yo que lo acabaron dejando, cuando yo me fui, Pepe había conseguido tener más de 15 alumnos en la especialidad de Tuba, algo inaudito hasta el momento. Otro ejemplo más que demuestra que un buen profesor marca la diferencia.
La verdad es que probablemente meta a mis hijos en el conservatorio... veremos que nos depara la vida. Hasta otra!
"Eres la métrica enigmática que envuelve mi ser y lo salva
el idioma con el que los dioses hablan eres música."
El idioma de los dioses, Nach.
Una foto con Marta, compañera de clase, que ni sabía que se había graduado conmigo hasta que he ido a hacer esta foto. Como ya os he dicho, los guitarristas son unos pobres marginados.
Bueno Néstor creo podrías haber cortado la fotito para que solo se apreciase al bombardino y a ti😜
ResponderEliminarSí, las guitarras somos unas marginadas, pero estamos orgullosas de serlo, que luego, bien que todo el mundo quiere aprender el instrumento....
No sabía que habías sido el primero en acabar tuba, así que ENHORABUENA! es para estar muy orgulloso que ya conocemos todo el tiempo que se debe dedicar al conservatorio...
Marta eres una crack
Eliminar