6. Dune: Una experiencia sublime
Se pueden encontrar varias acepciones de lo que significa la palabra sublime, yo me voy a quedar con la que me marcó en su momento.
Lo sublime es una palabra que me enseño Sixto en su día en mi primer inocente año de universidad, y hace referencia a aquella sensación que tenemos cuando estamos contemplando algo inabarcable, inmenso, inmensurable, implacable, que nos sobrecoge, algo que se escapa de nuestros límites. Cuando nos encontramos ante un paisaje sublime sentimos a la vez miedo, angustia, expectación, energía, majestuosidad... cada persona tendrá una sensación diferente, pero probablemente será común en todo ser humano que la experiencia sea intensa y nos evada de la realidad.
¿Un ejemplo? Mirar al mar desde un acantilado. Algo enorme que no podemos medir ni calcular, que esconde infinitos misterios y vidas, algo que nos podría matar sin dudarlo, y que a la vez nos puede hacer felices. El mar furioso, la naturaleza en su pleno apogeo, ahí está la experiencia de lo sublime.
En Paisajes sublimes, Remo Bodei escribe lo siguiente:
"Existen lugares que la mayoría de los hombres han evitado durante milenios y ante los cuales han experimentado temor y espanto: las montañas, los océanos, los bosques, los volcanes, los desiertos". Actualmente tenemos la suerte de conocer muchísimo sobre estos lugares, y es probable que alguno de ellos - si no todos- cautive al lector de estas líneas.
Curiosamente, mis películas favoritas, tienen esta experiencia sublime en su interior. En Interstellar, por ejemplo, lo sublime se encuentra durante toda la película, pero para mí el punto álgido llega cuando un gran tsunami amenaza a los protagonistas.
En Dune ocurre algo similar, toda la película se ambienta en el desierto, otro de esos míticos lugares que el hombre ha temido dada su hostilidad. Porque en el desierto es muy difícil sobrevivir, a la vez que es realmente complicado orientarse, sus condiciones son extremas para cualquier ser humano que no esté acostumbrado y la noche y el día se presentan como dos opuestos igual de perjudiciales para la vida. Pero, lo bonito de la experiencia sublime que nos ofrece el cine, es que podemos disfrutar de esta sensación de grandeza, peligro y satisfacción, desde la tranquilidad de nuestro sofá. Esta experiencia mágica, o mejor dicho, ahora que lo hemos aprendido, sublime, provoca que me quede embobado delante de la pantalla durante tiempo ilimitado.
Os recomiendo sinceramente ver Dune en el cine, yo pretendo volver a verla por segunda vez, ahora que ya me he leído el libro -también muy recomendable-. Nos vemos en la próxima.
"Es probable que no haya un momento más terrible en nuestra vida que aquel en que uno descubre que su padre es un hombre, hecho de carne y hueso"
De Frases escogidas de Muad `Dib, por la princesa Irulan. En el interior de Dune.
Da gusto leer entradas con tanto corazón como estas, se nota que esta película te apasiona. Espero que nos puedas seguir hablando sobre cosas que te fascinan.
ResponderEliminarNo tenía pensado ver esta película, pero has conseguido que cambie de opinión: Sólo se habla así de obras realmente especiales, y hace ya mucho tiempo que busco una experiencia "sublime" como la que describes.
Quién sabe, tal vez nos encontremos el cine!
La dulce conjunción de placer y dolor que produce lo sublime agita el espíritu de un modo único.
ResponderEliminarGracias por recomendarnos esta obra, sin duda la veré.
Ya en su momento disfruté del libro, pero es que la adaptación al cine ha sido fantástica! Obviamente han cambiado alguna cosilla (como siempre) pero me pareció brutal.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu entrada!